EL VALOR DE LA PROTECCIÓN, MÁS ALLÁ DEL PRECIO DE LA MISMA.

La integralidad de la estrategia de combate al fuego, comienza por los elementos básicos que brindan al primer respondiente, que se encuentra en el lugar, la posibilidad de atacarlo antes de que crezca, conozcamos pues, un poco más del extintor. 

Un extintor es el equipo contra incendio portátil, que se coloca dentro de los centros de trabajo, establecimientos y lugares tales como: comercios, empresas, fábricas, industrias, escuelas, hogares, entre otros. El cual, tiene un diseño que le permite ser utilizado en caso de fuegos incipientes o en su fase inicial (conatos), es decir, es el equipo de primera respuesta ante una emergencia por fuego (previo al uso de sistemas fijos contra incendios); los cuales, deberán ser utilizados por las personas que laboren o habiten ese sitio, de tal manera que, resulta muy importante considerar su capacitación en el uso y manejo correcto de este tipo de equipo contra incendio; buscando evitar que ese fuego supere su fase inicial y pueda convertirse en una emergencia mayúscula, donde puede verse consumada la pérdida del lugar o recito, así como la pérdida de vidas de las personas o animales. Dicho lo anterior, entonces, ¿Cuál es el valor de un extintor?, ese valor debe ser, cuando menos, proporcional a lo que estemos protegiendo con él, por ejemplo: nuestro negocio, nuestra casa o nuestra familia. 

En los últimos años, se ha trabajado mucho en el área de los sistemas fijos contra incendios, cada vez se mejora la tecnología en sistemas de supresión, en equipos de bombeo más seguros y eficaces; en general, equipos de mayor calidad y una mejor ingeniería que les proporciona certeza al momento de ser utilizados o activados, ya sea de forma manual o automática. Incluso, en México, ya se cuenta con normas mexicanas (NMX) que constituyen un gran avance para el diseño de sistemas de protección contra incendio. Sin embargo, a pesar de estos avances e innovaciones en los sistemas, los extintores siguen siendo los equipos de primera respuesta, los cuales, deben de colocarse en el lugar según las clases de fuego y riesgo a proteger, como parte de una estrategia de seguridad integral en la que converja con los sistemas automáticos de protección contra incendios instalados en el lugar.

Resulta importante mencionar que la norma oficial mexicana NOM-002-STPS-2010, es la que regula la protección contra incendio en los centros de trabajo (entre otros requerimientos) del país. Dicha norma, indica que se debe realizar una clasificación de riesgo de incendio para identificar la cantidad de equipos extintores que deben colocarse; su tipo, de acuerdo a las clases de fuego observadas en el análisis; así como identificar, si en el lugar se deberá instalar un sistema fijo contra incendios. Ahora bien, según lo establecido por la normativa anteriormente mencionada, si en el resultado de la clasificación se determina que el riesgo de incendio es ordinario, deberán colocarse medios de detección y extintores.

 Escenario que cambia cuando se define como riesgo de incendio alto, ya que, además de lo anterior señalado, es necesario robustecer la protección colocando alarmas y sistemas fijos contra incendios.

Como se puede observar, los extintores son imprescindibles en la protección contra el fuego, y el principal ingrediente que le da valor es la posibilidad de salvaguardar una vida y nuestros bienes. Por ello, es muy importante considerar el servicio de mantenimiento y recarga de los mismos, a fin de garantizar su buen funcionamiento. La misma norma oficial NOM-002-STPS-2010, indica que el servicio deberá ser una vez por año (anual) o antes, según los resultados de las revisiones preventivas que se les realizan. Aunado a esto, es importante mencionar que el extintor está diseñado para un solo uso, es decir, sirve para una sola ocasión; aun si este se haya descargado solo parcialmente, debe enviarse con un prestador de servicios profesional y acreditado ante la norma oficial mexicana NOM-154-SCFI-2005. Esta norma brinda certidumbre a todos los participantes de la experiencia de tener cerca y disponible un extintor; fabricantes, prestadores de servicio, autoridades y usuarios. No se omite mencionar, que el prestador de servicios acreditado en este marco regulatorio debe contar con un “dictamen de cumplimiento”, expedido por una unidad verificadora o tercer acreditado en la materia, el cual, deberá renovarse cada año, demostrando cumplimiento.

Hoy en día, todo prestador de servicio en el mantenimiento y recarga de extintores, debería estar acreditado y dictaminado ante la NOM-154-SCFI-2005, puesto que entró en vigor el 18 de junio de 2007, una vez que se dio aviso, a través del DOF, de la existencia de la infraestructura para la evaluación de la conformidad de la misma. De lo anterior surge un cuestionamiento, ¿qué evalúan y acreditan las unidades de verificación? Inicialmente, que el prestador esté debidamente establecido y registrado como todo centro de trabajo; revisan también, una parte documental donde se acredita, entre otros, lo siguiente: Contrato de adhesión ante PROFECO, certificados y cartas garantías de los insumos y refacciones que se compran, etiquetado con información y medidas normativas, las constancias de habilidades laborales de los técnicos del taller. Por otra parte, se debe contar con todo el equipamiento y herramientas indispensables para el servicio, como, por ejemplo: recipiente para descarga de extintores, báscula de plataforma verificada, sistema de llenado de extintores, equipo para detección de fugas. Pero esto no es todo, ya que hace falta mencionar que se realizan las pruebas de funcionamiento necesarias para comprobar que se trabaja de acuerdo a los procedimientos de mantenimiento y recarga, además, se muestrean equipos para verificar su funcionamiento, tiempo de descarga, alcance o distancia de descarga y porcentaje de descarga. Como el lector puede inferir, es de suma importancia tener un extintor o extintores en nuestro negocio, empresa u hogar, pero también es de suma importancia que estén cargados por empresas acreditadas para garantizar su buen funcionamiento en caso de ser necesario utilizarlos. Por eso, aquí te compartimos siete consejos básicos para revisar si el equipo está o no óptimo, y que ayudan a identificar si el proveedor cumple con las normas oficiales.

Revista Contra Incendio, julio-agosto 2022. pág. 10-13

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